Lo dicho anteriormente, no es para que nos presionemos, sino para que reflexionemos. Habrá decisiones correctas y otras no tanto, pero lo importante es que sean nuestras, que nosotr@s seamos los dueñ@s de nuestra vida, si nos equivocamos, es nuestra equivocación y ella me servirá para no cometer el mismo error y si nos sale bien, también será gracias a nuestra reflexión. Si nos dejamos guiar por lo que el resto del mundo dice, no conseguiré aprender cuando cometa un error, puesto que le echaré la culpa al mundo por la decisión tomada, en cambio si he sido yo el que ha reflexionado y actuado en base a mi opinión, si me equivoco, no tendré a quien echar la culpa y al no tener a quien echarle la culpa, podré emplear el tiempo en interiorizar el aprendizaje que de ella puedo sacar.
Una decisión es como una planta a la que hay que regar, el agua que necesita para que crezca tendrá que tener una medida justa, con mucha agua la ahogaré y con poca la secaré.
¿Cuanto tiempo necesitas regar tu decisión?
Si tú tomas la decisión y no sale como deseas ¿A que vas a dedicar el tiempo?
PARA, REFLEXIONA, ACTÚA
Vales mucho ¡Animo!
Antxon Punzano
Coach Profesional
Eraiki People
Coaching en Bilbao
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